martes, 16 abril, 2024

Estimados compañeros y compañeras socialistas.

 

Nos encontramos en el ecuador de una legislatura histórica, marcada por unas circunstancias que no olvidaremos nunca.

Todos sabemos que hemos tenido que hacer frente una pandemia sin precedentes, hemos tenido que hacer frente a la peor crisis sanitaria a la que se ha enfrentado la humanidad en los últimos cien años. Una crisis que nos ha hecho trabajar a todos al límite de nuestras fuerzas.

Pero también sabemos que estamos en un punto de inflexión. Un punto en el que vemos que la progresiva superación de la pandemia, gracias al éxito de nuestro país en el proceso de vacunación, nos permite abrir paso a un tiempo de recuperación económica crucial para el futuro del país.

Hoy España es líder mundial en vacunación y afronta una vigorosa recuperación económica.

Los socialistas estamos empeñados en que esa recuperación sea justa. Afortunadamente, tenemos un gobierno para garantizar que así sea. Como siempre, España avanza cuando gobierna el Partido Socialista. Y sigue siendo nuestro empeño: avanzar en derechos y libertades para todos.

En unos días vamos a celebrar nuestro 40º Congreso Federal, un momento especialmente oportuno para dirigirme a la militancia socialista y compartir algunas reflexiones que puedan alumbrar el camino que tenemos por delante.

 

La primera es que debemos tener presente que somos la fuerza política sobre la que, en el último medio siglo, ha recaído la responsabilidad de cohesionar la democracia española, modernizar nuestro país y, a la vez, hacer avanzar nuestra sociedad en derechos sociales y libertades públicas.

Siempre ha sido así. Siempre avanzar, jamás retroceder.

El PSOE es la única fuerza política con implantación en todo el territorio. El único partido con presencia decisiva en toda España: en el norte y en el sur; en la España urbana y en la rural; en el interior y en las nacionalidades históricas. Desde esa posición, trabajamos por un presente de cohesión en España, respetando su diversidad y fomentando el diálogo dentro de la Ley y la Constitución, pero también desde el respeto y el afecto entre territorios.

Como hemos hecho siempre, trabajamos por un presente de más derechos y libertades. Con leyes que garantizan una muerte digna, la protección de nuestra infancia o la igualdad de trato y los derechos de las personas LGTBI.   Trabajamos por más justicia social, con la implantación del Ingreso Mínimo Vital que ya protege a más de 800.000 compatriotas en situación vulnerable, o con los ERTES que han ayudado a mantener cientos de miles de empleos durante la pandemia. 

Trabajamos por el presente, pero también por el futuro.

Por eso nos implicamos para prevenir la emergencia climática con la primera Ley de Cambio Climático y Transición Energética. Legislando en favor de la igualdad salarial entre mujeres y hombres o desarrollando un Pacto de Estado contra la Violencia de Género.

En segundo lugar, los socialistas estamos demostrando que se puede salir de la crisis con un modelo distinto al de la austeridad, los recortes y la desigualdad que impuso la derecha en la pasada década. Y que podemos salir de la crisis de una forma más equitativa y más rápida.

España ha recuperado los niveles de empleo previos a la pandemia en tan solo un año y medio, frente a los doce años que costó en la anterior crisis. Ahora vamos a aprovechar al máximo la oportunidad histórica que suponen los fondos europeos para garantizar que esa recuperación justa sea a la vez  una transformación de nuestro país hacia un modelo más sostenible medioambientalmente, que garantice la igualdad real entre mujeres y hombres y que aproveche la digitalización para reindustrializar nuestro país.

Queremos una España más justa y más cohesionada. Por eso el aumento del Salario Mínimo Interprofesional que otorga mayor poder adquisitivo a muchos trabajadores.

Por eso, el Ingreso Mínimo Vital que ataja los niveles vergonzosos de pobreza extrema que lastran nuestro desarrollo.

Por eso, las políticas para facilitar el acceso a la vivienda, especialmente a los jóvenes. Por eso, los ERTE y las ayudas especiales a los autónomos, que han protegido el empleo durante  la pandemia.

Una tercera reflexión alude al Estado del Bienestar y, por ende, a su principal artífice, la socialdemocracia europea. Lo ocurrido en este tiempo viene a demostrar que solamente Estados fuertes, robustos, con servicios públicos de calidad, son capaces de enfrentar con éxito las embestidas de una desgracia.

Es lo que hemos vivido con la pandemia, pero también lo que comprobamos con la desgraciada acometida del volcán de La Palma, los incendios forestales, igual que con los efectos de la crisis económica.

Solo la acción pública, solo el trabajo leal y coordinado del conjunto de administraciones públicas, desde las instituciones europeas hasta las comunidades autónomas y las entidades locales, y los servidores públicos que prestan sus servicios, es capaz de tejer una red de protección de nuestra sociedad frente a la adversidad.

Desde lo público ha sido posible proteger millones de empleos que en la crisis de 2008 se vieron abocados a su desaparición. Desde lo público se ha desarrollado una campaña de vacunación que sirve de ejemplo en el mundo. Desde lo público se ha prestado cobertura y protección a millones de compatriotas.

Y ese es precisamente el corazón de la propuesta que representa la socialdemocracia. A pesar de los presagios agoreros sobre su futuro, lo cierto es que hoy, los países más avanzados vuelven a defender los postulados que le son propios y que son los de nuestro partido: un modelo basado en una fiscalidad justa y un Estado fuerte, que sea capaz de garantizar prosperidad económica a la vez que igualdad y justicia social.

Los últimos resultados electorales en Portugal, Alemania, Noruega o Italia, así como el cambio de orientación de la política estadounidense, vienen a confirmar que las mayorías demandan democracias fuertes, servicios públicos de calidad y modelos fiscales justos.
En un mundo sujeto a grandes tensiones y transformaciones, la unión de progreso, justicia social y libertad es la mejor respuesta para las mayorías sociales.

Os traslado estas ideas en vísperas de la celebración de nuestro 40º Congreso, que nos debe servir para actualizar un proyecto de país que nos permita liderar una nueva modernización de España. Para nosotros, un Congreso supone siempre un nuevo comienzo.

Es también la ocasión idónea para que el PSOE vuelva a demostrar su vocación de servicio a España, siendo capaz de aglutinar, como lleva haciendo desde hace 142 años, las demandas mayoritarias de la sociedad española: el anhelo colectivo de construir un país democrático, libre, que garantice los derechos y la protección social, que proteja la concordia. Un país, en definitiva, del que nos podamos sentir orgulloso.

Y para alcanzar este objetivo colectivo, el papel de la militancia socialista es crucial. Las y los militantes socialistas sois la mejor expresión de nuestro partido. Sois nuestros ojos y oídos en la España real. Sois nuestras manos a la hora de transformar nuestro país. Sois el PSOE.

Conocemos bien la tarea que tenemos justo delante: se llama Recuperación Justa. Somos conscientes de nuestro propósito: Avanzar.

Sabemos cuál es la fuente de nuestra fuerza: la Unidad. Estamos más fuertes que nunca porque estamos más unidos que nunca.

Con esa unidad y esa fuerza vamos a cumplir con nuestra tarea, vamos a prestar otro servicio a nuestro país sumando generaciones, esfuerzos, y capacidades para dar la respuesta que necesita España.

Desde la convicción de que el próximo Congreso será provechoso para el PSOE y para España, recibe un saludo afectuoso.