sábado, 20 abril, 2024

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25 DE NOVIEMBRE. MANIFIESTO DEL DÍA INTERNACIONAL DE LA ELIMINACIÓN DE LA VIOLENCIA CONTRA LA MUJER

La violencia de género es el reflejo de una sociedad enferma de desigualdad. De una sociedad en la que la lucha contra cualquier tipo de violencia ejercida contra las mujeres -física, psicológica, sexual o económica- ha dejado de figurar entre las prioridades políticas e institucionales de un Gobierno empeñado en ahondar en las brechas de género y en sustituir la Ley Integral Contra la Violencia de Género por la caduca ley del silencio. 

El número de denuncias, la retirada de denuncias o los asesinatos sin denuncia están haciendo saltar todas las señales de alarma en nuestro país. La crisis económica no sólo está mermando la capacidad de reacción de las víctimas para salir de la espiral de violencia y alienación a la que son sometidas por sus parejas, sino que además está siendo utilizada de excusa por la derecha para recortar en prevención y en sensibilización, en atención y en protección. Con la reducción en un 28% del presupuesto destinado a la Ley Integral, el Partido Popular recorta en seguridad, en esperanza, en confianza, en futuro. 

La crisis no puede ser excusa para dejar de apoyar a ninguna víctima, a ningún menor en riesgo. Conscientes de ello, las mujeres y los hombres socialistas seguimos trabajando para construir una sociedad más justa, libre de miedo y dominación. 

Garantizar la igualdad de oportunidades entre hombres y  mujeres -de derechos y libertades- y educar en igualdad es la única clave para cercenar desde la raíz la violencia machista. Una tarea de toda la sociedad española y andaluza que la derecha está boicoteando con los graves retrocesos legislativos impuestos en materia laboral, educativa, sexual y reproductiva o judicial. 

Las 700 mujeres asesinadas en la última década, las miles de mujeres que han recuperado el control de sus propias vidas y las de sus hijos e hijas, están detrás de la red de apoyo y actuación tejida en Andalucía. 

La igualdad de oportunidades SÍ forma parte de nuestra agenda vital, de nuestro ADN político. Las y los socialistas andaluces no comerciamos ni jugamos con la igualdad, no cerramos recursos ni servicios públicos. 

Las y los socialistas andaluces aplicamos la perspectiva de género de manera transversal a todas las políticas públicas y aumentamos en un 1,9% el presupuesto para 2014 destinado a combatir la violencia machista. 

Creemos en la educación como herramienta transformadora y en nuestros colegios e institutos como espacios de igualdad; por eso no descafeinamos la asignatura de Educación para la Ciudadanía y no sostenemos con fondos públicos los centros educativos que segregan a nuestras niñas y niños. 

La igualdad es la columna vertebral de una sociedad progresista y democrática. La igualdad es la mayor fuente de riqueza de una sociedad realmente justa y realmente libre, la principal arma contra cualquier tipo de violencia ejercida contra las mujeres y las niñas. Por ello: 

-Exigimos que el Gobierno del PP vuelva a educar en igualdad, derogue la dañina Reforma Laboral y de marcha atrás en su intención de hacernos retroceder 30 años en derechos sexuales y reproductivos. 

-En este Día Internacional, exigimos además la retirada inmediata del proyecto de ley de la Reforma de la Administración Local, que sentencia a desaparecer a los 166 Centros de Información a la Mujer impulsados por el Instituto Andaluz de la Mujer y las corporaciones locales. La Reforma Local de la derecha desmantela los servicios de asesoramiento y atención a las mujeres que están prestando nuestros ayuntamientos y barre con los puntos de información, los  pisos de acogida para mujeres maltratadas o los programas de recuperación integral de las víctimas de violencia de género. El Partido Popular desampara a las víctimas y condena a las mujeres del medio rural a ser ciudadanas de segunda, ciudadanas del pasado. 

-Y, por último, exigimos que reactive la Ley Integral Contra la Violencia de Género. Que la despierte con un presupuesto apropiado y suficiente para combatir esta lacra social, que refuerce la coordinación con todas las administraciones y recupere el diálogo con las organizaciones de mujeres y colectivos feministas.